<i><font color='#ff8040'>El presidente de Egipto, Mohamed Morsi (c), preside una reunión con ministros del gabinete, en la que se discute como estabilizar la situación del país, en el Palacio Presidencial, en El Cairo, Egipto, el 6 de diciembre de 2012.</font></i>
EL CAIRO, 6 dic (Xinhua) -- El presidente de Egipto, Mohamed Morsi, pronunció esta noche un discurso largamente esperado para condenar los recientes enfrentamientos sangrientos ocurridos fuera del palacio presidencial e invitó a todas las fuerzas opositoras a reunirse el sábado por la tarde en el palacio para dialogar.
Morsi dijo que en caso de que el proyecto de constitución sea rechazado en el referendo del 15 de diciembre, pedirá la formación de una nueva Asamblea Constituyente.
Morsi señaló que, de ser necesario, está dispuesto a abandonar el Artículo 6 de la declaración constitucional, el cual le da derecho a tomar "todas las medidas necesarias" para proteger el país, después del esperado diálogo con las fuerzas políticas. Morsi reafirmó que la declación constitucional sólo busca proteger al país y responder para concretar la nueva constitución.
Morsi enfatizó que la reunión del sábado con figuras de la oposición, jefes de partidos políticos y jóvenes revolucionarios tiene como objetivo llegar a un acuerdo inclusivo y productivo para unir a los egipcios y delinear un mapa de ruta en caso de que el público rechace el proyecto de constitución, aunque afirmó que el referendo se llevará a cabo el 15 de diciembre.
Morsi lamentó la muerte de seis personas en los enfrentamientos del miércoles afuera del palacio y dijo que personas afiliadas al viejo régimen estuvieron involucradas en la confrontación al contratar matones y proporcionarles armas para provocar los enfrentamientos e instigar a la violencia entre los manifestantes pacíficos. El 22 de noviembre Morsi emitió una nueva declaración constitucional que determina que todas las leyes, decretos y declaraciones constitucionales emitidos por el presidente desde que asumió el cargo, el 30 de junio, son definitivas y no pueden ser modificadas por ningún organismo, lo cual desató una ola de protestas y manifestaciones a nivel nacional.
Los manifestantes no se calmaron aunque Morsi prometió posteriormente que la declaración sólo sería temporal y que sería retirada tan pronto como el proyecto de constitución fuera aprobado por los egipcios en el próximo referendo programado para el 15 de diciembre.