La promesa desafiante de permanecer en el poder del ex primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, recibió una respuesta débil en Italia, pero el multimillonario de 76 años de edad todavía tiene una influencia que no debe menospreciarse.
A principios de la semana, Berlusconi dio a conocer un videomensaje en el que promete seguir en la política, incluso si sus colegas legisladores en el parlamento votan a favor de retirarle su asiento en el senado. Declaración que no causó sorpresa a muchos.
"Siempre estaré con ustedes, a su lado, expulsado del parlamento o no", dijo Berlusconi.
La débil muda en Italia fue considerada como un testimonio de la cada vez menor influencia de Berlusconi, quien todavía cuenta con algunas cartas clave.
El parlamento italiano anunció que sostendrá un debate sobre el sitio de Berlusconi en el senado luego de que el Tribunal Supremo Italiano confirmó la sentencia condenatoria de un tribunal menor que acusó a Berlusconi de falsa rendición de cuentas y de evasión fiscal. Su sentencia fue un año de arresto domiciliario, aunque el tribunal de origen reconsideró la duración de la prohibición de participar en la política ordenada al principio.
En su videomensaje del miércoles, Berlusconi se abstuvo de emitir cualquier amenaza con respecto a hacer colapsar el gobierno de Enrico Letta, pero dijo que no importaba lo que el senado decidiera: no va a ir a ninguna parte.
"Se puede ser político fuera del parlamento", dijo Berlusconi. "El escaño no hace al líder, eso se gana con el consenso popular".
En sus declaraciones, Berlusconi afirmó que la mayoría de los italianos todavía lo apoyan, aunque las encuestas de opinión muestran que sus niveles de apoyo oscilan entre el 25 y el 35 por ciento de los italianos adultos.
"Si Silvio Berlusconi dice que su papel político está definido por un consenso, pues no lo tiene", dijo Maria Rossi, codirectora de la compañía encuestadora Opinioni. "Sus niveles de apoyo son constantes y predecibles, pero están muy lejos de ser un consenso".
Desde el fallo del tribunal supremo del 1 de agosto, los expertos han descartado a Berlusconi y han señalado que su período de 20 años como el principal protagonista de la política italiana está a punto de finalizar.
Pero aunque carece del músculo político del pasado, todavía tiene armas.
"El peor escenario es que Berlusconi no mantenga su escaño y no desaparezca, que se permanezca en una especie de estatus de limbo", dijo el analista político, editor y autor, Antonio Basso. "Y parece que esa es la vía en la que Italia se encuentra".
Esta es una preocupación que los inversionistas de Mediaset sintieron esta semana: las acciones, que casi se triplicaron desde principios d año, cayeron 2,5 por ciento en una jornada al día siguiente. Los analistas financieros dijeron que las acciones bajaron por el temor a que un conflicto prolongado en el parlamento entre los simpatizantes y los opositores de Berlusconi sería malo para la compañía.
Una de las cartas más fuertes de Berlusconi es la amenaza de una crisis prolongada, dijo Basso.
"El gobierno tendrá todos los motivos para evitar una situación en que la Berlusconi esté afuera mirando hacia adentro y criticando cada movimiento", dijo el analista. "El problema es que no es clara la manera de evitar que eso ocurra. Ese es el trabajo que tiene que hacerse", dijo Basso.
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