El Ministerio de Defensa de China confirmó el domingo que el país asiático ha tenido éxito en una prueba de interceptación de un misil de medio alcance con base terrestre dentro de su propio territorio.
Esta es la segunda vez que China anuncia una prueba de misiles de este tipo. El 11 de enero de 2010 se llevó a cabo una operación similar.
Este tipo de pruebas, que utilizan complicadas tecnologías para detectar, rastrear, y abatir misiles balísticos en el espacio, sólo han sido probados con anterioridad por EEUU y Japón.
El éxito de esta prueba antimisiles, junto con otro abanico de progresos en el equipamiento militar incluyendo el primer portaaviones de China y la primera prueba de vuelo de un gran avión de carga, han demostrado la creciente capacidad del país para defender su propia seguridad nacional y disuadir cualquier posible amenaza.
Es comprensible que parte de la comunidad internacional pueda especular sobre lo que China podría hacer con este tipo de tecnologías. Algunos incluso llegarían a tomar estas acciones como prueba de la "teoría de la amenaza de China".
China reitera que estos avances militares son de naturaleza puramente defensiva, y no tienen un objetivo específico.
La rapidez con la que se ha hecho público este avance, también sirve para atestiguar la creciente transparencia del país sobre sus asuntos militares.
Además, una China militarmente más fuerte no abandonaría su determinación en promover el crecimiento económico a través del desarrollo pacífico y la construcción de asociaciones de cooperación con países de todo el mundo, debido a que el pueblo chino es consciente de que sólo se pueden asegurar los intereses nacionales de China a través de un orden mundial estable y pacífico.
Es más, en un momento en el que sangrientos conflictos siguen acabando con numerosas vidas en Siria y se están acumulando tensiones sobre el tema nuclear en la Península Coreana, China sabe que no son las armas, sino el diálogo, los compromisos valientes y la sabia diplomacia lo que puede sofocar de manera efectiva la hostilidad, restaurar la paz, y nutrir la benevolencia.