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Joven emprendedora cubana impulsa negocio basado en economía circular para producción de aceites

Por Xinhua | el 24 de abril de 2024 | 09:46

Por Lisandra Cots

Greta Tilán es una emprendedora cubana que desde la capital de la isla caribeña apuesta por promover la economía circular para generar modelos de negocio que impacten en el desarrollo del país.

A sus 31 años de edad, Greta lidera una pequeña empresa privada de producción de aceites vegetales y productos cosméticos naturales, emprendimiento al que nombró con su propio apellido y está concebido bajo el concepto de "cero desperdicios".

"La economía circular es el modelo del futuro", comentó a Xinhua la joven emprendedora en su actual residencia de La Habana, un espacio que se ha convertido en taller de tipo artesanal donde produce alrededor de 16 tipos de aceites vegetales, algunos con fines comestibles y otros para uso cosmético.

Aunque reside en La Habana desde hace más de una década, la joven empresaria contó que fue en Calimete, un pequeño poblado campesino de la provincia de Matanzas (noroeste), a unos 180 kilómetros de la capital cubana, donde aprendió a fabricar aceites.

La joven, licenciada en filosofía, dijo a Xinhua que desde hace alrededor de siete años se adentró en el mundo del emprendimiento y quiso trasladar su amor por la naturaleza a su modelo de negocio.

"Quería aplicar un modelo de negocio que aprovechara los desperdicios para crear nuevos productos", dijo la entrevistada, al agregar que así nació "Tilán", su empresa de aceites vegetales de la flora cubana.

"La mayoría de los aceites que producimos son vírgenes, puros, y muchos se pueden consumir", mencionó la joven.

Dijo que además de aceites, también comercializa bálsamos, cremas y exfoliantes corporales, así como productos para el cabello afro, al aclarar que gran parte de los envases de sus productos provienen del reciclaje.

"Tratamos de reutilizar la mayor cantidad de frascos posibles. El tema de los envases es crítico en Cuba y el reciclaje se torna fundamental", precisó.

Greta explicó a Xinhua que los aceites se pueden producir prácticamente de cualquier fruta o planta, y que en el caso particular de Cuba, la flora de la isla tiene "un alto valor y una riqueza grandísima que podemos aprovechar".

El coco, el sésamo, el maní, el aguacate, el mamey, el ricino, las semillas de frutabomba o papaya y de girasol, son algunas de las materias primas que usa para elaborar los aceites.

Para la cosmética a su vez trabaja con hierbas como el anamú (planta silvestre), la albahaca y el caisimón (hoja santa), además de granos como el café.

Para obtener estas materias primas, Greta ha establecido alianzas con otros negocios de la ciudad y con productores locales de provincias aledañas como Mayabeque, Artemisa o Matanzas, en el occidente del país caribeño.

"Las semillas de mamey, por ejemplo, las compramos a un restaurante cercano. Extraemos las almendras, las deshidratamos y prensamos para obtener el aceite, no dejamos desperdicios en el proceso", precisó.

Uno de los propósitos que tiene con la empresa, según contó Greta a Xinhua, es poder crecer, exportar y expandirse hacia Latinoamérica para llevar este modelo de economía circular a otros países de la región y establecer alianzas.

"Cuba tiene una riqueza virgen en sus productos y eso es algo que diferencia a un producto cubano de otros que existen en el mercado", afirmó.

La joven, quien en la actualidad cursa una maestría en administración de empresas en la Universidad de La Habana, destacó que entre su línea de aceites comestibles, el de sésamo es uno de los más solicitados.

"La comida asiática en Cuba se ha desarrollado muchísimo y el sésamo ha pasado a ser altamente consumido para elaborar platos como el sushi o el ramen", añadió.

El negocio lo integran junto con ella otras ocho personas, la mayoría amigos o miembros de su familia.

En estos momentos están en medio de un proceso de importación de equipo para optimizar el proceso productivo, por lo que la fabricación de aceites la realizan con técnicas muy artesanales.

"El proceso de importación es complicado, por la fluctuación del dólar y porque a veces se nos hace complejo encontrar las materias primas y maquinarias adecuadas", comentó la emprendedora.

Uno de los empleados de "Tilán" es Marlon Echemendía, quien ha estado vinculado con el negocio casi desde sus inicios y se encarga de la producción, la logística y la entrega a domicilio de los pedidos.

"Es algo que se produce aquí (en Cuba) y es lo más relevante que tiene para mí", comentó Echemendía, mientras rellenaba unos recipientes de aceite de coco.

"Estos productos tienen gran calidad. Trabajamos con productos vírgenes, naturales, y eso tiene un gran valor", añadió.

Greta, además de contar con este establecimiento, en su localidad natal desarrolla el proyecto "Emprende Azul", una iniciativa para impulsar emprendimientos en zonas rurales de Cuba y ayudar a los campesinos a desarrollar sus propios modelos de negocio.

De esta manera, comentó, puede enlazarse con más productores para obtener materias primas de calidad y libres de productos químicos.

Con la mira puesta en el futuro, la joven tiene como meta para este año lograr aceite de mango con fines cosméticos y aprovechar así "toneladas de la fruta que se pierden en cada temporada".

"La empresa privada cubana está aportando muchísimo al desarrollo del país", concluyó la joven empresaria.

(Web editor: Rosa Liu, Zhao Jian)