La parte de la Gran Muralla destruida por las lluvias torrenciales veraniegas en la provincia septentrional china de Hebei se ha reabierto a los visitantes después de las reparaciones.
El gobierno del distrito de Qiaoxi de la ciudad de Zhangjiakou indicó hoy jueves que las reparaciones del sector de Dajingmen de la Gran Muralla han reconstruido la parte arrasada de 36 metros y han reforzado otra de 73 metros que corría peligro.
El derrumbamiento ocurrió en agosto cuando las aguas torrenciales procedentes de las montañas arrasaron la antigua fortificación después de unos días de lluvias continuas.
Además, en otras partes de la muralla cercanas aparecieron grietas. Los funcionarios locales dijeron que se reforzaron las bases y se aumentaron los canales para drenar las aguas lluviosas.
La sección de Dajingmen se construyó durante la dinastía Ming (1368-1644) y ha sufrido numerosos años de erosiones.
Las graves tormentas de verano amenazaron numerosas reliquias en el norte de China, de acuerdo con un comunicado hecho público en agosto por la Administración Estatal de Patrimonio Cultural. Por ejemplo, el almacén del Museo Nacional en Beijing y una sala de exposiciones de un museo de la provincia noroccidental de Gansu se vieron afectados.
La administración pidió a las autoridades locales inspeccionar exhaustivamente las entidades de patrimonio cultural, los museos y sus almacenes para garantizar la seguridad del personal y de las reliquias.