Los resultados finales en Cuba del Censo de Población y Viviendas de 2012 revelaron que la población está disminuiyendo, pues en comparación con el conteo anterior de 2002 hay 10.418 cubanos menos.
A 11.167.325 personas asciende la población de la isla, de acuerdo con las cifras oficiales del Censo anunciadas en una reunión del Consejo de Ministros que encabezó el presidente cubano Raúl Castro el pasado 21 de septiembre y sobre la cual informaron este martes los medios del país caribeño.
En comparación con el censo del año 2002, el conteo reveló 10.418 pobladores menos.
Por sexos, el comportamiento muestra una ligera mayoría de mujeres (50,1 por ciento), lo cual difiere de la proporción alcanzada hace 10 años cuando el número de hombres superaba ligeramente a la cantidad de féminas.
También se evidencia que continúa la tendencia al envejecimiento de la población, al reportar un 18,3 por ciento de personas con 60 años o más, mientras sólo el 17,2 por ciento se ubica entre cero y 14 años.
Sobre la composición de la población por color de la piel, las cifras ratifican la tendencia al mestizaje.
Durante la investigación estadística fueron censadas 3.885.900 unidades de alojamiento, de las cuales 3.882.424 son viviendas y el resto corresponde a locales de trabajo, donde vive alguien de manera permanente, y a colectividades, como son los hogares de ancianos o las casas para niños sin amparo filial.
Este fue el censo poblacional número 18 que se realiza en Cuba, y el cuarto después del triunfo de la Revolución en 1959.
En la reunión del Consejo de Ministros, el presidente Castro llamó a buscar solución a los problemas derivados del creciente envejecimiento poblacional.
"Hay que profundizar en esto y hacer los experimentos que correspondan. Esto es un problema muy serio junto con la tasa de natalidad y hay que buscarle solución", señaló el mandatario.
Desde hace varios años, las autoridades cubanas estudian una estrategia para encarar el desafío demográfico en el que se combinan el envejecimiento poblacional y la baja natalidad.
El reto impacta la vida social, económica y familiar, además en la seguridad, asistencia social, servicios de salud, en la reposición de la fuerza de trabajo e incluso la defensa del país.
En la actualidad, más de dos millones de cubanos se encuentran en la tercera edad y se estima que dentro de dos décadas un 30 por ciento de la población superará los 60 años.
Las proyecciones estadísticas vaticinan que para 2025 la población de la isla descenderá hasta los 11.029.033 cubanos, mientras que para el 2030 se espera que la cifra baje aún más a 10.904.985.
De acuerdo con cálculos oficiales, en la ínsula se nacerá menos y también se morirá menos, una característica de las sociedades más desarrolladas.
Entre las causas que mencionan los expertos están la reducción del nacimiento de niñas, la caída del número de hijos que tiene cada familia, y la baja tasa de mortalidad.
Esta situación ha generado preocupación en el gobierno, que impulsa un programa dirigido a garantizar el reemplazo generacional, estimular la fecundidad en mujeres mayores de 30 años y crear condiciones idóneas para la atención de los ancianos por la familia y la sociedad.
El Consejo de Ministros aprobó en su reciente reunión un grupo de medidas para "dar respuesta a corto plazo entre 2013 y 2014" a la necesidad de reparar y construir residencias de ancianos y las denominadas "casas de abuelos" --dedicadas a la atención diurna de personas de la tercera edad sin amparo familiar.
La tendencia de descenso poblacional significa para la economía un gran desafío, porque disminuirá la fuerza productiva y las personas tendrán más carga de trabajo, situación que se agudizará por el envejecimiento poblacional.