La demanda de Bolivia contra Chile en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para negociar una salida soberana al mar entró hoy en una nueva etapa, luego de la reunión que ambas partes sostuvieron para definir los tiempos requeridos para preparar y entregar sus memorias.
Por un lado el presidente Evo Morales consideró este miércoles "un día histórico" para Bolivia, luego de que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya admitió la demanda contra Chile por unasalida al Pacífico
Por el otro lado el gobierno chileno afirmó que Bolivia tendrá que probar las razones para negociar ese tema.
Estas declaraciones fueron hechas durante la audiencia para definir la entrega de las memorias o alegatos jurídicos e históricos.
El pasado 24 de abril el gobierno boliviano presentó su demanda, en la cual solicitó al máximo tribunal de Naciones Unidas que obligue a Chile a negociar con Bolivia una salida soberana al mar para su país.
En la audiencia el presidente de la CIJ, Peter Tomka, recibió las opiniones de las dos partes y señaló que "probablemente la próxima semana va a determinar los plazos de la presentación de los documentos.
Este paso jurídico por parte del gobierno de Morales se dio en medio de las acostumbradas acusaciones entre La Paz y Santiago sobre si hay o no temas limítrofes pendientes entre ambos vecinos sudamericanos.
"Es un día histórico, diría que deberíamos estar en día de regocijo porque ya se admite la demanda. A eso se debe el encuentro de dos agentes de Bolivia y Chile para continuarla, dijo el mandatario boliviano desde La Paz.
Por su parte, el canciller chileno Alfredo Moreno declaró en Santiago que en la primera etapa Bolivia deberá probar cuál es esta supuesta obligación de Chile para negociar una salida al mar, "de otorgar un pedazo de nuestro territorio y de concedérselo a nuestro vecino".
Según expertos chilenos y bolivianos, la sola admisión del histórico reclamo de Bolivia abre una nueva etapa en su aspiración por recuperar parte del mar que perdió en la Guerra del Pacífico (1879-1883) a manos de Chile, cuyas fuerzas ocuparon todo su litoral de más de 400 kilómetros y unos 120.000 kilómetros de su territorio.
Chile basará su defensa, como lo ha hecho hasta ahora, al sostener que "con Bolivia no hay temas fronterizos pendientes" y que la ocupación a perpetuidad de esos territorios fue establecida en el Tratado de Amistad, suscrito por ambos países en 1904.
El gobierno de Morales insiste en que ese tratado fue "impuesto por la fuerza por las fuerzas ocupantes".
La delegación boliviana que viajó a La Haya estuvo encabezada por el canciller David Coquehuanca e integrada por el agente ante La Haya, Eduardo Rodríguez Veltzé, el director de la Dirección de Reivindicación Marítima (Diremar), Juan Lanchipa, y el diputado Héctor Arce, asesor legal.
Por su parte, la misión de Chile estuvo encabezada por el agente de Chile ante la CIJ y actual embajador de Chile en Estados Unidos, Felipe Bulnes.
De acuerdo con Arce, se trató de "una reunión de organización de plazos (...) donde nos pondremos de acuerdo sobre los tiempos que tendrá el demandante para presentar la memoria".
En Santiago, Moreno insistió en que Bolivia tendrá que probar de dónde surge esa obligación, dónde está el tratado internacional, el acuerdo internacional, la base sobre la cual Chile ha tomado esa responsabilidad.
"Simplemente ha habido conversaciones (por el tema marítimo), cosas que no han llegado a conclusión, a un acuerdo, y por lo tanto se han terminado y no se encuentra vigente ninguna obligación de Chile de ninguna naturaleza", insistió el canciller.
Se refería a contactos que se han producido en varios momentos del siglo pasado. Por ejemplo, las tratativas entre el entonces jefe del régimen militar chileno, Augusto Pinochet (1973-1990), y el ex madnatario boliviano Hugo Bánzer (1971-1978 y 1997-2000), para entregar un corredor del territorio chileno para una salida al mar.
Ese proyecto fracasó por varios motivos, entre ellos la solicitud de Chile para la entrega de igual territorio al que concedía a Bolivia, lo cual fue rechazado.
También influyó el hecho de que Perú exigía crear una "zona" entre los tres países, basado en el tratado de 1929.
La última ocasión en que se trató el tema del mar para Bolivia fue cuando el gobierno de La Paz y el de la ex presidenta chilena Michelle Bachelet (2006-2010) lo incluyeron en una agenda de colaboración de 13 puntos, pero no hubo negociaciones al respecto.
Esos contactos se frustraron con la llegada del gobierno del presidente Sebastián Piñera en 2010 y luego de la decisión de Bolivia de llevar el reclamo marítimo ante organismos internacionales de justicia.
Morales y Piñera han intercambiado duras declaraciones, lo cual refleja el deterioro de las relaciones bilaterales, que sólo están a nivel consular desde 1978.