2. El impacto de un gigantesco asteroide
Tampoco saldrá en las noticias de diciembre. Desde luego, no uno lo suficientemente grande como para provocar una destrucción masiva como la que acabó con los dinosaurios (supuestamente y según la teoría más aceptada) hace 65 millones de años. De acuerdo, como ya ha sucedido en el pasado nada nos dice que no pueda volver a ocurrir, pero no próximamente. Los astrónomos de la NASA tienen un completo programa de seguimiento de la trayectoria de los asteroides potencialmente peligrosos para la Tierra y no han observado ninguno que pueda ser tan amenazador como el aniquilador de dinosaurios. La agencia espacial pone a disposición del público los hallazgos de nuevos asteroides y sus aproximaciones, y cualquiera puede comprobar que no esperamos visita (nos referimos a una grande, claro) el famoso día 21. Las rocas pequeñas son más difíciles de detectar y muchas veces su aparición sorprende a los astrónomos, pero, aunque es cierto que pueden ser dañinas, no tienen la capacidad de causar catástrofes a gran escala.